Irma Fuenlabrada
Pero pareciera ser que el proceso de enseñanza que se deriva de dicho
enfoque implica un nuevo rol de las educadoras; esto es parcialmente cierto, ya que si bien se espera que las educadoras
se deslinden de asumir no
sólo la dirección paso a paso de la manipulación de un material sino también de lo que sus
alumnos consideren necesario hacer para resolver las situaciones (en las situaciones didácticas),
también es cierto que en el proceso didáctico está previsto que las educadoras “recuperen”,
por así decirlo, su rol de enseñantes, pues ellas son las que poseen el conocimiento cultural
de las temáticas que se trabajan en el preescolar.
Nos parece importante advertir sobre este doble rol que se demanda a las
educadoras, con el fin de prever algunas equivocadas interpretaciones de enfoques
metodológicos análogos al que se sustenta en la Propuesta, en los que erróneamente se ha inferido
que el docente sólo es un facilitador u observador del aprendizaje de sus alumnos
desprovisto de la facultad de dar informaciones o de intervenir. Citaremos algunos ejemplos de
intervención: si los niños llegan a preescolar sin el conocimiento del inicio de la serie numérica oral
(ya sea porque son muy pequeños, o porque su núcleo social es de analfabetas o su lengua
materna no es el español deben aprenderla de su maestra, porque sin ella no
pueden iniciarse en el proceso de conteo, lo mismo sucede con los símbolos con los que convencionalmente
se escriben los números: si no hay alguien que les diga cómo son, no los aprenderán; de
la misma manera requieren que se les diga cómo se llaman algunas figuras geométricas. La
prevención opera al saber en qué momento es importante dar esta información, pero sobre todo
al no perder de vista que la enseñanza desde lo que
actualmente se sabe sobre procesos de aprendizaje infantil de la matemática no
es un acto de informar para que los niños puedan repetir dicha información a solicitud
de su maestro, sino que su aprendizaje de la matemática se instale como una herramienta
útil, eficiente y eficaz para resolver diversos problemas. De hecho, el aprendizaje conlleva el
reconocimiento del significado de los diversos conceptos matemáticos (para qué sirven, qué
tipo de problemas resuelven, cómo se representan), que para el preescolar refieren a los primeros
números con su representación para dar cuenta del resultado, el conteo como estrategia de
solución de diferentes problemas, el desarrollo de la percepción geométrica, las nociones iniciales de
algunas magnitudes y los procesos de medición, por citar algunos.
Este texto permitirá identificar ciertas debilidades que las docentes
tenemos para organizar didácticas funcionales, este texto les permitirá
reflexionar y se orientaran hacia un cambio para mejora de nuestros alumnos.
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